Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Puedes pinchar en el enlace "Read more" para más información. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “OK” o configurarlas o rechazar su uso clicando en Configuración Cookies.
Después de aceptar, no volveremos a mostrarte este mensaje.
Read more
Apostar por la claridad en todos los elementos. En los países nórdicos, donde este estilo es el rey, tienen muy pocas horas de luz natural. Por ello es que todos los ingredientes que componen un estilo nórdico habrán de jugar a favor de aprovechar al máximo la luz del día. Grandes ventanales con cortinas translúcidas, colores que reflectan la luz en lugar de absorberla, maderas claras que favorecen la calidez de la estancia… todo lo que aporte luz y claridad, bienvenido.
El rosa Crepe, el amarillo mantequilla o el verde agua son colores con los que puedes aportar un punto vitalista dentro de la base blanca de las paredes y las diferentes texturas de los tejidos y las maderas más claras.
El equilibrio y la harmonía en una habitación de estilo nórdico es algo que no puedes pasar por alto. Recuerda que lo más importante es crear un ambiente de paz y serenidad, en el que el propio aire, el espacio, la libertad de movimiento, son elementos que debemos cuidar y respetar. Olvídate de elegir el pedazo sofá con diez plazas, doble chaiselongue y reposacabezas ajustable… por mucho que sea de color blanco, se cargará la sutiliza del ambiente general.
Además, cuidado con el tamaño de los muebles, si lo que estamos es buscando la forma de que la luz natural penetre en casa y lo inunde todo, no podemos permitirnos grandes muebles, mesas o estanterías que produzcan sombras y resten luminosidad. Busca muebles funcionales, de líneas rectas y sin más elementos de los que imprescindiblemente necesitan para cumplir con su función. Mesas bajas, taburetes, vitrinas acristaladas o estanterías sin fondo son los mejores aliados en una decoración nórdica.
Siguiendo la línea de sencillez y minimalismo, no te pases a la hora de decorar un espacio de estilo nórdico. Tienen cabida jarrones, cuadros y plantas, pero sin abusar. Las paredes blancas son el mejor marco para el cuadro protagonista: la ventana y su luz.
Algunos elementos pequeños como plantas o piezas de vajilla hechas a mano, acompañan muy bien al estilo escandinavo, y le otorgan un punto de vida y naturaleza fundamental en cualquier salón. Para reforzar algún punto de luz menos luminoso, elige una lámpara de pie con colores claros, de madera y de corte sencillo. No te preocupes por los cables, en el estilo nórdico se valora más que nunca la naturalidad (incluso la de unos cables por el suelo).
Si necesitas ayuda para encontrar el mueble que estás buscando para tu hogar, en dehades.com encontrarás gran variedad de muebles de estilo nórdico y de todos los estilos.