Con sus amantes y detractores, el teletrabajo ha llegado para quedarse.

Si bien ya era una tendencia cada vez más en auge en Europa gracias a los nuevos perfiles profesionales y a la digitalización; teletrabajar se ha hecho más familiar para todos desde que el pasado mes de marzo del 2020, sin apenas posibilidad de planificar, tuvimos que salir de las ofi­cinas cargados con nuestros bártulos y trasladar nuestro espacio de trabajo a nuestras casas.

Para bien o para mal, la gran mayoría de las empresas están apostando cada vez más por esta nueva forma de trabajo y debemos adaptar nuestros hogares para jornadas de 8 horas laborables en un espacio que debe ser lo más adecuado posible.

Tanto si ya practicas el teletrabajo desde casa como si eres nuevo en la materia, ¡sigue nuestros consejos para crear tu espacio de trabajo lo más óptimo posible!

En casa como en la oficina

En la medida de lo posible, habilita un espacio único y exclusivo para desempeñar tu actividad laboral bien diferenciado del resto de estancias donde vayas a hacer vida cotidiana. Esto te ayudará a interiorizar que, aún estando en casa, estás trabajando; y te permitirá crear rutinas y horarios de trabajo para desempeñar tus tareas de forma eficiente.

La mejor forma de medir el teletrabajo desde casa es trabajar por objetivos y ser muy organizado. Es im­portante que incluyas en tus rutinas un buen desayuno y el aseo personal antes de ponerte manos a la obra. ¡Nada de trabajar en pijama! Además, hacer deporte todos los días te ayudará a tener más energía y una actitud positiva.

Iluminación y mobiliario

Lo ideal es que nuestro espacio de trabajo tenga luz natural, que permita una buena ventilación, un lugar tranquilo y, a ser posible, individual para evitar todo tipo de distracciones. Un espacio que garantice tu bien­estar físico y mental, favorezca tu concentración y fomente la creatividad en el desarrollo de tus tareas.

En cuanto a mobiliario, no hace falta hacer grandes inversiones, pero si debes cuidar la elección de la mesa y la silla. Asegúrate de escoger las dimensiones adecuadas de la mesa y a ser posible, pro­cura no sentarte mirando directamente a la puerta de entrada, a la puerta del baño o a una escalera.

Incorpora además un espacio para realizar reuniones por videoconferencia y trabajos en equipo. Hazte con una buena pantalla, unos cascos inalámbricos y, sobre todo, una conexión rápida y segura a internet que te permita acceder sin problemas a plataformas en la nube o realizar accesos remotos a otros servidores.

Colores, textiles y objetos decorativos

Lo más adecuado en cuanto a colores, es emplear tonos neutros, claros y suaves que inviten a la relajación y concentración.

El blanco en cualquiera de sus tonalidades, es el color más empleado, ya que proporciona a los espacios paz, sosiego y luminosidad.

Respecto a los textiles, emplea algodones o telas de lavado fácil y evita el exceso de objetos decorativos que puedan causar distracciones o interrupciones mientras desarrollas tus funciones. El orden es fundamental.

Espacio sostenible

Con el teletrabajo, también podemos contribuir a la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente incorpo­rando materiales que sean reciclables, evitando los plásticos y reciclando el material que desechemos.

También puedes incorporar luces LED o de bajo consumo, así como instalar regletas, enchufes inteligentes que te permitirán controlar el consumo de energía eléctrica.

Darle un toque personal

Para amenizar las jornadas laborales, puedes incluir algunos detalles que le den personalidad a nuestro es­pacio. Con unas plantas, unas láminas, frases motivadoras o fotografías, puedes conseguir crear un espacio en el que te sientas lo más a gusto posible.

Cambiar el aspecto de una pared o rincón, bastará para generar una sensación completamente diferente y para ello podemos ayudarnos de vinilos y papeles pintados con diseños originales.

Buscamos en todo momento combinar comodidad, creatividad y buen gusto para conseguir que esos metros cua­drados donde pasaremos largas horas laborales, sean un espacio agradable y ameno. Nuestra productividad, salud y confort, dependerán de cómo diseñemos nuestros espacios de teletrabajo.